30 julio 2009

UN VINO CONGELADITO!

Estamos hablando del Eiswein, un vino elaborado en la zona de Baviera, Alemania, aparentemente en 1794, de forma puramente casual, cuando unos viticultores, comenzaron a producir un vino con uvas congeladas por una helada que no pudieron preveer, consiguiendo un vino muy dulce, sabroso, aromático, y a la vez ácido, y no lo que ellos esperaban en una primera instancia.Para obtener un Eiswein, es necesario que las temperaturas por varios días oscilen por los -7°, pero la calidad de la uva es superior, si esa temperatura desciende a los -14°, la finalidad es esperar el congelamiento de las uvas, mientras la uva aún está en la viña. El problema reside en esa permanencia de la uva en la viña, de no producirse rápidamente la helada, por lo cual podría hacer que las uvas se pudran, y que toda la cosecha se pierda, luego se las traslada a las bodegas, y se mantienen en un lugar que esté abierto para mantener a las uvas a bajas temperaturas, luego se prensan, y el agua que tiene la uva, que en realidad son pedazos de hielo, se extrae. Lo que le da el intenso sabor, proviene del azúcar y el ácido, que están sumamente concentrados, luego comienza la fermentación que es bastante lenta, por la alta de concentración de azúcar, y se realiza en tanques de acero inoxidable, o en barricas.Todos estos riesgos que se dan, sobre todo en la cosecha, como también en el largo proceso de producción, y sumando a esto, que el rendimiento de las uvas es muy bajo, hace que se trate de un vino muy caro. Existen vinos de hielo blancos, rosados y hasta tintos, y las variedades para este tipo de vinos van, desde Riesling, Gewurztraminer, la Vidal canadiense, Chardonnay, Pinot Blanc, Chenin, hasta Merlot, Pinot Noir y también de Cabernet Sauvignon.Las temperaturas frías favorecen a países como Alemania, Canadá y Austria, para el desarrollo del eiswein, ya que sus temperaturas son más constantes, y hay otros países productores, como Nueva Zelanda, Francia, Suecia, Australia, Estados Unidos, y hasta un Malbec de Viña Las Perdices, en el que se congelaron la uvas por diez días, bajo una autorización especial y supervisión única del INV.Los colores de estos vinos, van desde amarillos y dorados brillantes para los blancos, hasta rojos intensos y violetas, para los tintos, los aromas que se aprecian son a frutas y miel, pero también peras, duraznos, manzana y caramelos. Son vinos que se pueden acompañar a diversos tipos de postres, entre los que se destacan los maridajes con tortas, preferentemente si son en base a frutas.
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