01 octubre 2009

PLACERES A DUO: LA PINTURA Y EL VINO.

A lo largo de la historia, y hasta el presente, se han dado muchas enlazamientos entre las diferentes obras que ofrece un arte, pero lo cierto es que cuando el arte se remite a las pinturas y al vino, los placeres se sincronizan de muchas y variadas formas, a eso enfoca esta nota.Se han realizado obras desde el siglo XV, hasta la actualidad, que ofrecen otra cara de lo que es el arte en si, y que está dado por el papel protagónico que se le otorga al vino. Una muestra de eso se puede ver en el Museo del Prado, en Madrid, en el cual, durante el recorrido, se observan obras muy famosas, como “Baco o la monstrua desnuda” de Juan Fernández, “El sacrificio a Baco” de Massimo Stanzione, “La Bacanal” de Nicolás Poussin “La Bacanal de los Andrios” de Tiziano, “El gusto” de Jan Brueghel I, “El rey bebe” de David Teniers, “La ofrenda a Baco” de Michel-Ange Houasse, o “La vendimia” de Goya, entre otras obras. La mayoría de estas obras, al margen de su contenido artístico, histórico, cultural, tienen en común al vino, sobre todo teniendo en cuenta que al Museo del Prado lo han calificado como la pinacoteca más importante del mundo, ya que participan, aparte de autores españoles, también holandeses, belgas, y artistas de Europa Central.La raíz de este núcleo de obras en el Prado, se sintetiza en desplegarle al público, mediante estas famosas obras, todo lo que ha sucedido con el vino desde unos cuantos siglos atrás, como parte de la cultura y de la civilización, permitiendo interpretar las mitologías concernientes, y todo el desarrollo social, que incluye el trabajo de la vendimia, principalmente, (como base de relaciones sociales).En conclusión, todo este tipo de muestras artísticas sirve para conocer y disfrutar de obras que, pueden tener que ver o no con el vino, pero forman partes de un mismo placer, y en la acción de catar un buen vino, lo que se percibe en vista, nariz y boca, también podemos “catar” una obra de arte, y saber que mientras uno va reinterpretándola en toda su complejidad, se van a ir encontrando nuevas formas, colores, sensaciones, y, obviamente, placeres.

29 septiembre 2009

SERRAT, EL VINO Y MEDITERRANEO

Aunque mucha tinta ha corrido sobre este cantautor, compositor y poeta catalán, siempre es bueno recordar que Joan Manuel Serrat es de profesión ingeniero agrónomo, y en los últimos diez años su vida se ha orientado, (aparte de la música), a la vitivinicultura.Es que en 1998, realizó uno de sus más placenteros gustos, el de comprar una bodega a 100 kilómetros al sur de Barcelona, tiene 600 hectáreas, con 33 hectáreas plantadas, y la llamó Mas Perinet.El nombre deriva de la primer familia que fue propietaria de origen francés, y la cual la finca fue dada por perdida por el ataque de la filoxera para finales del siglo XIX, luego la recuperan Serrat con dos socios, también ingenieros agrónomos.El sistema de plantación es de bancales, que son terrazas a una altura de entre 350 y 750 metros de altitud, en un suelo de pizarra, o sea la arcilla azulada, oscura, bien compactada, que le otorga una muy fresca mineralizad, siendo a la vez muy intenso.Joan Manuel sostiene que ninguna canción la dedicó completamente al vino, si bien algunas temáticas lo soslayan, como el Mediterráneo, para redondear muchas canciones, y "que ha sido un gran compañero en mi vida" y afirma que se han hecho doscientas miil botellas de vino entre las cuatro marcas: Mas Perinet, Mas Perinet Plus, Clos María y Gotia. Serrat comenta que le gustan los vinos más complejos, con más cuerpo, si bien señala que los vinos más frescos y frutales son también de su agrado, destacando que siempre hay un vino para cada momento, el tema es saber disfrutarlo..."jugando con la marea, te vas pensando en volver, eres como una mujer perfumadita, de brea...Salud por Mediterráneo, salud por Joan Manuel, salud por el vino.
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