24 octubre 2009

TOM COLLINS

No se trata del cantante Phil Collins, ni de la actriz Joan Collins, estamos hablando de un exquisito cóctel, del que la historia nos cuenta allá por el año 1874, con la aparición de un norteamericano en Nueva Cork, difundiendo este trago en un libro, que se difundirá para 1876. La historia sería muchas veces modificada, pero ciertamente se convertiría en la bebida más consumida en norteamérica, y se trasladaría más tarde exitosamente a toda Europa.El cóctel Tom Collins, se prepara con 3 partes de gin, 2 partes de jugo de limón, 1 parte de jarabe de goma, 4 partes de soda y hielo, se le agrega de adorno, rodaja de limón, de naranja o una cereza marrasquino.Se lo considera como refrescante y cítrico, no llega a ser ni dulce, ni extremadamente seco, se lo puede ubicar como demi sec, y se lo puede beber antes, durante y después de la comida. Espero que lo disfruten y …Bon Appetit.

22 octubre 2009

BORGOÑA: EL PARAISO DE LA VID.

Para ubicarnos un poco, la región de Borgoña, se sitúa en la parte este de Francia, entre los ríos Saona y Loire, abarcando una extensión de 250 kilómetros, desde el norte de Chablis, hasta al sur de Maconnais, siendo una región que tiene un ancho de 50 km, siendo una de las zonas más privilegiada para industria vitivinícola francesa y mundial.Dentro de toda esta zona, se delimitan cinco grandes zonas de producción: Cöte de Nuits, Cöte de Beaune, Cöte Chalonnaise, Chablis y Mäconnais. La tierra más cara del mundo está en una parcela de alrededor de 1,8 hectáreas, y se denomina Romanée-Conti cubre alrededor de 1,8 hectáreas. El suelo de esta tierra es de una arcilla muy fina, con que no cuentan las parcelas que la limitan, su drenaje natural es absolutamente perfecto, se la llama “Costa de Oro”, y producen los mejores vinos tintos del mundo. Del mismo modo las parcelas que limitan a esta última cuentan con su propio terruño, tipo de suelo, tipo de pendientes, que lo hacen adaptar con su entorno y su clima.Esta región cuenta además con un record de denominaciones, ya que, entre otras cosas posee; 44 denominaciones municipales, 32 grand crus, 23 denominaciones regionales y semi regionales y alrededor de 560 denominaciones premiers crus.La uva más destacada en esta región es la Pinot Noir, que constituye la superficie del 70% de los viñedos, se la utiliza para los grandes reservas de Cöte de Nuits, y por otro lado la otra reina de la región es la variedad Chardonnay, donde se distinguen el Chablis o el Puligny-Montrachet, también hay otras variedades, pero en mínima cantidad, por ejemplo Sauvignon Blanc, Merlot, Carignan, Aligote, Gamay o Tressot. No nos podemos olvidar, del clásico corte de Borgoña, integrado por tres variedades como la Pinot Noir, el Merlot, y Carignan.Es necesario aclarar, que la observación de una etiqueta de un vino de la Borgoña francesa, es casi indescifrable, ya que está diseñada en base, no solo a la región de Borgoña, sino también a localidades, a pueblos, o a parcelas, y hasta los entendidos suelen identificar cada parcela a determinados propietarios, ya que pueden ser muchos los productores dentro de cada una de ellas.Como vemos, el mundo de la Borgoña, parece ser sensualmente inextricable, pero tan solo imaginar, o tener la posibilidad de visitar sus viñedos, toda la gama de colores que lo contextualizan, poder percibir sus aromas, e intentar desplegar todos nuestros sentidos con dirección a los que podrían considerarse los mejores vinos del mundo, es también parte de un bello y sensible ejercicio de la imaginación. Bon appetit

21 octubre 2009

CHENIN: TODO UN ENCANTO

Es quizás una de las variedades blancas más exclusivas, y su presencia no suele pasar desapercibida en ningún ámbito, es muy distintiva, y hace notar sus diferencias con otros cepajes blancos, estamos hablando de la uva Chenin y algunas de sus principales características.
Esta excelsa variedad tiene su origen en el Valle de Loire, en Francia, más precisamente en Anjou, calculando su origen por el siglo X a partir de la selección del chenin noir, extendiéndose hata llegar a Touraine, de donde aparentemente provendría su denominación debido al Mont Chenin.
Existió una confusión con este cepaje, ya que se la conoció como una pinot blanca, pero en realidad su denominación correcta derivaba del pineau de la loire, y todo esto trajo una relevante discusión, ya que en francés pinau y pinot, se pronuncia del mismo modo, o sea “pinó”, y entonces también era denominada pineau d’Anjou. Es una variedad muy resistente a las enfermedades, que crece muy bien en climas cálidos, tiene un brote muy temprano, y los suelos que resultan ser adecuados pueden ser tanto arcillosos como arenosos, sin embargo a pesar de todo esto, tiene cierta susceptibilidad a la pudrición del racimo y a la quemaduras solares.
Es una variedad muy delicada y muy versátil, y suele presentar unos vinos espumosos realmente fascinantes, semisecos, secos y unos vinos licorosos con una gran concentración de azúcar, elaborados a partir de uvas de vendimias tardías. Tanto el racimo, como sus bayas, tienen un tamaño mediano, las características aromáticas son a nueces, avellanas, miel y notas de durazno, damasco, ananá. Tiene una buena acidez y frescura, siendo en general vinos muy ligeros, es muy popular entre los vinicultores del Nuevo Mundo, dándose muy bien, por ejemplo en Sudáfrica. A esta delicada variedad se la puede acompañar con unas costillitas de cerdo al limón, una merluza a la romana, y hasta algún pollo a la crema con mostaza.
Ciertamente con esta variedad, de nada valen las comparaciones, goza de una sensualidad absorbente, enigmática, exótica y tan expresiva que difícilmente se la pueda estructurar o caratular bajo algún título, y destacar que tampoco necesita dar pruebas de su belleza y su impactante personalidad. Bon Appetit

20 octubre 2009

MANET, FOLIES BERGERE Y CHAMPAGNES.

Quien tiene una idea mínima del arte y específicamente de la pintura, sabe de qué estamos hablando cuando hablamos de impresionismo, y a su vez, mencionar a Édouard Manet, es abrir un camino hacia las obras del que se señala como el creador de la escuela impresionista. Esta cita viene a raíz de muchas de sus obras, y como las va relacionando con uno de sus tantos placeres; Paris, el “Folies Bergére”, y las bebidas, entre ellas, el champagne.La diversión para Manet, era la vida parisina, siendo considerada la capital de las luces, en los mediados del siglo XIX, el poeta Charles Baudelaire, que era amigo de Manet, señalaba que su amigo retrataba mejor que nadie la realidad de la vida diaria, y es que Manet, pinta al famoso cabaret parisino de las Folies Bergére, como uno de los lugares más modernos del mundo, su nombre folia derivaba del latín (hojas), y simbolizaba una casa de campo que se hallaba oculta con hojas y donde la gente se abandonaba a sus placeres más libremente, la bebida favorita que más se consumía en este cabaret, era justamente el champagne, y Manet retrata toda esa realidad como nadie.En sus obras, se pueden ver muchas botellas de champagne, como las que se ofrecían en ese tiempo, Mummm, Heidsieck y Pommery extra-seco, colocadas en baldes. pero también se pueden observar botellas de cervezas, de licores, también la estructura de los mostradores del bar, y todo lo que tiene que ver con los placeres, los brillos, y lo destacable que parte del movimiento, parece ser que todo se observara con una dinámica muy intensa y donde las sensibilidades se percibieran a flor de piel, así lo pintaba Manet, así lo disfrutamos nosotros..Bon Appetit.

BURBUJAS EN EL VINO ESPUMANTE

Hemos escuchado muchas y variadas versiones de las burbujas en el vino espumante, pero a partir de un estudio científico, parece que es necesario tenerlas más en cuenta, ya que por estas épocas se las considera el componente más importante del sabor.Este estudio científico fue realizado en Francia, en la Universidad de Reims, y en el Instituto de Química Ecológica y BioGeoquímica Molecular en Neuherberg, Alemania. Para ello, la idea era estudiar la composición química que producen todos los vinos espumosos, en fin, analizar todas las moléculas aromáticas que se encuentran en estas bebidas. Para su comprobación, el doctor Gerard Liger-Belair utilizó un espectrómetro de masas, que es un aparato que bombardea fotones, dividiendo al átomo en todas sus partes básicas(electrones, protones y neutrones), captando todo cambio y midiendo todo movimiento de masas de lo que se separa, para detectar las diferencias.En su análisis, descubrió que las burbujas contienen 30 veces más moléculas aromáticas que en el resto del caldo, "Pensábamos que el dióxido de carbono de las burbujas sólo daba al vino un gusto ácido y un pequeño cosquilleo en la lengua. Pero este estudio demuestra que su función es mucho más que esto", señaló a la BBC el doctor Jamie Goode, que es considerado un especialista en vinos.El doctor Liger-Belair, avanzó aún más en la comparación con las burbujas en el mar: "Es algo similar a la forma en la que las burbujas en la superficie del mar imparten ese olor oceánico al aire costero", señaló al confirmar que las burbujas con sus componentes químicos, cuando llegan a la superficie del líquido, estallan y provocan el desprendimiento de todo su aroma. Parece ser que vamos a tener que prestar aún más atención a nuestras papilas gustativas, para abstraer a las burbujas en el análisis, y entonces si, tomarnos el “duro trabajo” de jugar con las burbujas, para poder apreciar en su totalidad, lo que significa beber y saborear placenteramente un delicado vino espumante. Bon Appetit
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